jueves, 23 de octubre de 2008

Comentarios sobre las políticas educativas de la Unión Europea

Buscando información sobre los lineamientos educativos más recientes publicados por la Unión Europea, me doy cuenta de muchas cosas que me parece que son problemáticas a la hora del logro de las metas y la forma como aquellas se piensan alcanzar.
Con toda la modestia del caso, y a pesar de la profunda admiración que el proyecto de la Unión Europea me despierta, a veces creo que sus políticas, al menos en educación están bastante desfasadas de la realidad educativa y la cultura nacional de cada país que se refleja en dicha realidad. Creo que es una muy buena política inspirada en modelos que han demostrado su efectividad, pero que muchos educadores solo reconocen en el discurso porque si se ve su práctica, está lejos de ser centrada en el estudiante o que quieren desarrollar las competencias claves que la Unión Europea exige.
He estudiado en España y Francia durante el último año (más en Francia) y al menos en educación superior y en la Facultad de Ciencias de la Educación o en el IUFM en el caso francés, sus prácticas siguen siendo bastante tradicionales en el sentido de que son los profesores los que nos "transmiten" el conocimiento. Y estoy hablando en un nivel de Master. De hecho "transmitir" es un verbo que aparece con mucha frecuencia tanto en el discurso de los profesores franceses (aunque los formadores muchos más modestos que los profesores de doctorado y tal dicen "faire passer le message" pasar el mensaje) como en publicaciones oficiales, sea en boca del Ministro de Educación o el presidente de la Universidad. Esto muestra la percepción que tienen de la enseñanza y la poca importancia que tiene el aprendizaje ya que esta palabra aparece con menos frecuencia. En España ya se atreven a decir el proceso enseñanza-aprendizaje que muestra un avance en la percepción del proceso de aprendizaje, pero en la práctica, a pesar de tener grupos pequeños, el aprendizaje de los estudiantes pasa a un segundo plano y no se tienen en cuenta ni el bagaje que cada estudiante trae, ni sus intereses, ni sus planes futuros. Esto claro, también pasa en Francia.
Este sencillo ejemplo lo doy para ilustrar hasta qué punto las políticas europeas están influenciada por un modelo anglosajón de enseñanza centrado en el estudiante en el que este tiene un papel activo y no se consideran las posibles resistencias que su aplicación pueda tener en los países cuya cultura educativa está centrada en el poder del profesor. Es comprensible que el enfoque de educación "individualizada" como la llaman en Francia tenga sus limitaciones dado los grupos numerosos que tienen las universidades, pero en el caso de nuestro master y que es del que particularmente doy los ejemplos, no las tiene.
Yo estoy familiarizada con el enfoque anglo en el que el estudiante es sujeto activo de sus clases y de su aprendizaje tanto en el salón de clase como fuera de ella (lo de fuera, también aplica en Francia, pero exclusivamente fuera) porque estudié casi que exclusivamente influenciada por ese modelo ya que para estudiantes que se preparan para ser profesores de idiomas ese el más efectivo.
Sin embargo, los franceses son bastante resistentes a dejarse influenciar por modelos extranjeros y el hecho de que en el IUFM sigan discutiendo si el enfoque por competencias es efectivo por más comprobado que ya esté, demuestra su incredulidad a reconocer los resultados positivos que dicho enfoque ha dado fuera de Francia y que guía también las políticas educativas de la UE.
Pero no todo es malo, creo que dos puntos sobre estas políticas educativas basadas en la evaluación de la educación y la movilidad de los profesores pueden derrotar la incredulidad francesa así como las prácticas que no han demostrado resultados efectivos pero que se siguen realizando. Estos dos puntos son fundamentales para el avance de la educación en Europa y además de la evaluación de la educación que se fundamenta en la promoción una cultura evaluativa a la que en Francia no están para nada acostumbrados, yo añadiría más control de los proyectos educativos que reciben financiamento de la Unión Europea. De igual forma me parece necesario darle la misma importancia tanto a la evaluación como al control a y la promoción de la movilidad con el respectivo apoyo del aprendizaje de idiomas desde temprana edad y el refuerzo para los docentes e investigadores de sus competencias en una segunda lengua.
Por ahora y a corto plazo, a los europeos (al menos franceses y españoles) les tocará seguir esperando un relevo generacional que esperemos llegue con un nuevo aire en la educación y con profesores más abiertos a la innovación y a aceptar que pueden aprender de otros, así esos otros no sean ni franceses ni españoles ;)

1 comentario:

Anónimo dijo...

He sobrevolado un poco tu artículo (un poco denso) y veo bien que captas lo que sucede en Francia en cuanto a la resistencia contra el modelo anglosajón, y la preeminencia dada a la verticalidad de la enseñanza. En idiomas, el nuevo Marco Europeo es puramente de inspiración anglosajona. Es verdad que los profesores franceses son muy conservadores, pero eso se explica también porque hasta hace poco el modelo funcionaba. Con el aumento del número de alumnos en cada clase, y los problemas que surgen con una población inmigrante y socialmente desfavorecida, la máquina se trabó. ¿Es que el modelo anglosajón es mejor, por ser el modelo dominante? Que el aprendiz esté en el centro y no el eseñante, me parece importante. El exceso de evaluación positivista que acarrea, no me convence mucho, aunque veo que tiene aportes. No creo que la verticalidad esté totalmente agotada (el profesor es depositario de un saber que puede transmitir, su papel no consiste sólo en enseñar a aprender), pero es necesario aplicarla con más flexibilidad. Bueno, habría discusión para rato.