Foto tomada en la estación del metro de Madrid homónima de mi paísMi blog se ha convertido en una visita obligada de un buen amigo mío. Según sus palabras, si algo que pasa en Colombia no lo he comentado, pues no tiene tanta importancia. Pero claro, yo le aclaré que a veces simplemente me desanimo de escribir sobre lo que pasa porque sé que lo que escriba no va a cambiar en nada la situación (por lo general injusta y descarada) que comento y por el contrario me va a dejar con un mal sabor. Sin embargo, no desisto de seguir escribiendo porque para mi, escribir es mi terapia.
Escribo porque me hace sentir mejor porque leyendo tanto blog me doy cuenta de que mi frustación por la situación política y social de mi país es cada vez más generalizada y hay mucha gente que ha decidido tomar parte para que la situación cambie, así solo sea despertando conciencias con blogs bien hechos como
tienen huevo. Y este despertar también sucede en otros países como
Paraguay donde sus gobiernos también han estado marcados por la corrupción.
A casi un año de haber salido de Colombia, sigo sintiendo ahora más que nunca una evolución en mi percepción del país. Antes, y creo que muchas veces lo he dicho, pensaba que contábamos con una mala imagen, pero ahora de verdad que entiendo. Parece que nos hubiéramos acostumbrado, es casi normal toda la injusticia que pasa en Colombia: la reforma política que no pasó en el congreso (cómo iba a pasar si ellos mismos se están juzgando por corrupción y ellos mismos no se van a condenar, son juez y parte...), la
exorbitante recompensa ofrecida por el cuerpo de Marulanda cuando hay tantas otras necesidades en las cuales invertir esa "platica", usando los diminutivos que tanto le gustan a nuestro diminuto presidente, la mentira de los concursos de méritos que ahora resulta que no se van a tener en cuenta para otorgar nuevos puestos, unas condiciones laborales cada vez más precarias. Pues bien, esta falta de condiciones no solo causa frustración, sino que obliga a muchos colombianos a emigrar contra su voluntad. Si miramos la foto que acompaña esta entrada, sería una opción (la única) que muchos contemplan y está en color verde: salida.
Las cifras de colombianos fuera del país son de alrededor de 5 millones. De esos, claro, habrá muchos que habrán salido voluntariamente, pero el caso es que esos colombianos fuera contribuyen al desarrollo económico de un país que no les dió las garantías para quedarse y vivir una vida digna. Ahora, nuestro querido gobierno, aprovechando la cantidad de colombianos fuera, ha tenido la amabilidad de montar hace un año, una
feria de bienes raíces para que esos emigrados puedan comprar una casa, que estando dentro del país, probablemente nunca habrían podido comprar. Ese gesto no me parece desinteresado. Y me hace pensar que en lugar de mejorar las condiciones de vida de los que están dentro, aprovecha el éxodo de colombianos para impulsar la economía, pero una economía de intereses egoístas. De verdad que cada vez estoy más indignada, pero no quiero que mi indignación se convierta en una indignación improductiva. Quiero que mi indignación sea movilizadora.
A veces me oigo demasiado trágica a mi misma, pero creo que alguien debe decir estas cosas, y pues aquí estoy yo para hacerlo. He de enfatizar claro, que no pierdo la esperanza de que los colombianos cambiemos las malas costumbres y la inercia que muchas veces nos invade, aunque a veces sea muy difícil mantenerla ;)
POST Entrada: encontré esta buena iniciativa que precisamente busca levantarnos de tanta inercia: el
grupo formado en facebook con el fin de poner en evidencia la manipulación de RCN. Les recomiendo las fotos. Ahí aparecen unos afiches para colgar muy bien pensados.