La entrada que publico a continuación la escribí hace unos 7 días aproximadamente. Me salió del alma y del corazón y al día siguiente de leerla me enteré de que tengo que buscar la práctica por mi cuenta...qué baldado de agua fría. Eso se veía venir, pero no pensé que me iba a caer tan mal.
Pero no importa, yo solita me voy a conseguir la super práctica, sin ayuda de mis coordinadores.
Bueno, sin más preámbulos, la entrada que hace rato quería publicar:
He tenido abandonado mi blog por un buen tiempo y siento en que ya es hora de que lo retome así en el intento, me arriesgue a contagiar a mi portátil de un virus porque estoy escribiendo esta entrada en mi computador y la voy a montar al blog con una memoria USB que a su vez conectaré a un computador de un café internet. Ya he aprendido que estos cafés internet son un depósito de los virus más actualizados, así que creo que no volveré a escribir mientras no haya desinfectado mi memoria al haberla expuesto.
Sin ahondar en las dificultades informáticas que ahora experimento, me gustaría escribir un poco más sobre lo que en un inicio concernía a este blog: mi aventuras erasmus mundus. Para empezar, me gustaría hacer un breve recuento de mi historia, de lo que hice para llegar aquí. Creo que le será muy útil a quiénes están interesados en este programa. Primero debo aclarar que el programa Erasmus Mundus fué diseñado con el objetivo principal de mostrar (y así volverla) a Europa como un destino académico atractivo y volverla más atractiva a largo plazo que sus contendores, EEUU, Australia y Canadá. Con ese propósito la Comisión Europea tuvo la gran idea de ofrecer becas de estudios de master (hasta el momento, la idea es pasar a ofrecer doctorados) a estudiantes de terceros países (fuera de la Unión Europea) para que estudiaran en Europa. La Comisión selecciona propuestas de programas que se caracterizan por la calidad de sus cursos. En cada programa, debe haber involucrados un grupo de universidades de diferentes países, de los cuales, uno debe estar fuera de la Unión Europea (léase que tengan como moneda el euro). Este grupo recibe el nombre de Consorcio, que es el que organiza los masters. Sin más preámbulo, paso a contar qué tanto tuve que hacer para ganarme la beca.
Lo primero fué buscarla. Yo quería hacer un master con perspectivas profesionales y por qué no, también de investigación. Quería hacerlo en Europa y sólo podía hacerlo con beca y si no encontraba una beca, gracias a las bajas tarifas de los masters en Francia (alrededor de 400 euros el año) pensaba pedir un préstamo (pero nunca, si! nunca a través del ICETEX). Me puse las pilas y busqué los masters que me interesaban (éste tiene a Francia como país participante) y qué sorpresa, maté dos pájaros de un solo tiro! Encontré este master que cumplía con todas mis expectativas y que además ofrecía una beca. No me faltó sino que viniera con bono de trabajo asegurado jejejeje. En fin, junté los documentos que pedían e hice gala de mi mejor optimismo y ganas para escribir mi carta motivación así como para esperar la publicación de la lista de admitidos y ya saben el resultado.
Llegué a Granada donde hice el primer semestre y donde empecé a adaptarme a la vida andaluza. Allí estuve de octubre de 2007 a febrero de 2008. Conocí gente espectacular y la pasé de maravilla (sobretodo fuera del contexto académico). Granada me dejó muy gratos recuerdos y amigos duraderos. A continuación fuí a Reims, Francia donde terminé mi segundo semestre en junio. Y volveré ahí a hacer mi tercer semestre en el que tengo mi práctica, que todavía no sé dónde la haré. Este tema me preocupa, pero bueno, supongo que ya se resolverá. De Francia guardo un gran rencontre que me hizo muy feliz. El cuarto semestre regreso a Granada, donde ya no estarán mis amigos del primer semestre pero ya habrán otros por conocer. En Granada siempre conoces a alguien interesante y que te brinde su amistad de manera genuina. Eso es lo que se respira en esta ciudad de mala follada, pero de muy buena vibra.
De mis aventuras, debo confesar que las pocas que he tenido, en otras palabras, que puedo considerar como aventuras, han sido el reencuentro conmigo misma y la interacción con gente de orígenes diversos. Volver a vivir sola me ha permitido enfrentarme a mis miedos, a mis deseos más profundos, a los valores que considero incorruptibles y a actitudes que no sabía que yo podía experimentar. A un año de haber emprendido este viaje, me conozco mejor y eso lo he logrado gracias a una instrospección y a la interacción con la gente que he conocido. No sabía por ejemplo, que muchas actitudes ( a las que antes no estaba expuesta) podrían molestarme tanto. Hablo de actitudes de personas que tienen otros valores, principalmente culturales. Sentir por ejemplo que el racismo se puede manifestar con indiferencia o que yo valoro el intercambio o la solidaridad sobre muchas otras cosas y que quienes no se relacionan de esa manera no logran llegarme, por el contrario, generan en mi desconcierto y en alguna medida, cierta repulsión y mucha desconfianza. También claro, que gente como los portugueses (como norma general), comparten muchas características que los colombianos tenemos como es el deseo de retornar a nuestros países, en Portugal, la saudade portuguesa. Reconocer que son más las cosas que nos unen que las que nos separan, esas han sido las mayores enseñanzas de este primer año. Que aunque los franceses sean más distantes y fríos que los latinoamericanos, si les llegas, pueden ser incluso más confiables y sinceros o que si hablás con un español y que le decís “corréte” por decirle muévete un poco más a la izquierda te va mirar con cara de “uuuuyyy qué me está diciendo esta tía?, tal vez no sabe lo que en España significa correrse”. Jejejejeje y no se los voy a decir, les va a tocar averiguarlo a ustedes.
Me queda un viaje fabuloso a Italia por solo 5 días, pero que parecieron un mes. Tanto en Perugia, donde viajé en calidad de representante estudiantil de mi master, como en Roma donde viajé con tres compañeras de master, la pasé genial. En Roma, las cuatro viajas parecíamos las de Sex and The City. Y en Perugia, parecía la ONU. Fué un viaje inolvidable. Ahora solo me queda volver a mi Berlín adorado, mi ciudad favorita de lo que conozco de Europa. Berlin es la ciudad donde me gustaría vivir por al menos 6 meses. Me tocará conseguir alemán para hacer ese sueño realidad...jejejeeje pero quién dijo que yo necesito macho para hacerlo...no no no...aunque claro, eso ayudaría ;)
Pues bien, ese es más o menos el balance, un balance que al final se tornó menos serio...jejeje, pero que al final de cuentas es muy positivo. Debo admitir sin embargo, que he pasado por momentos difíciles en los que extraño mucho a mis papás y he llorado por no estar con ellos pero me he agüantado las ganas de llamarlos en ese preciso instante para evitarles tener que escucharme sollozando. Pero ha valido la pena. Me siento feliz de haber pasado esta año fuera de casa ya que ahora valoro cositas pequeñas que mi mamá hacía y que yo no valoraba tanto antes. Creo que me estoy volviendo vieja! Jejejeje o no, en mejores palabras, que estoy madurando.
Nota: Al final quemé un cd y no me arriesgué a traer mi memory stick que por cierto, no sé dónde está.