No pude evitar publicar una última foto divertida que me hiciera más justicia!
domingo, 26 de abril de 2009
De puro desocupe e insomnio
Este blog ha dejado a un lado la seriedad y profundidad en sus temas -si es que alguna vez las tuvo- y prueba de ello es la siguiente entrada gráfica:
A que no sabían que era tan popular en Asia...no les puedo decir el país, pero que es Asia, si.
Y aunque la calidad no es la mejor, ni el rubio me queda de ataque, ni las proporciones parecen las apropiadas, una en honor a mi querida amiga Alejandra que a estas horas ya debe estar casada*:
Si, mi Lucho, la linda y carismática Aleja dejó de estar comprometida y se casó ...y con novio gringo, pero católico como ella lo quería!
Esta entrada ha sido posible con el patrocinio de photofunia. Y como anuncian que las fotos se borran cada dos horas, no sé cuánto tiempo van a durar mis fotos vigentes.
A que no sabían que era tan popular en Asia...no les puedo decir el país, pero que es Asia, si.
Y aunque la calidad no es la mejor, ni el rubio me queda de ataque, ni las proporciones parecen las apropiadas, una en honor a mi querida amiga Alejandra que a estas horas ya debe estar casada*:
Si, mi Lucho, la linda y carismática Aleja dejó de estar comprometida y se casó ...y con novio gringo, pero católico como ella lo quería!
Esta entrada ha sido posible con el patrocinio de photofunia. Y como anuncian que las fotos se borran cada dos horas, no sé cuánto tiempo van a durar mis fotos vigentes.
martes, 14 de abril de 2009
De quimbas, dizques y estanterías
*foto tomada del resultado de la búsqueda de este sitio, escribiendo la palabra chanclas
He estado alejada de mi blog, pero hoy quiero escribir algo, ya que parece que la inspiración me llega a ratos. Y hoy, es uno de esos ratos.
Anoche me vi con Encarna. Encarnación es Granadina y habla granadino. Ella estaba hablando de que quería limpiar su cocina y de que comenzó moviendo unas estanterías y haciendo otras cosas. La palabra clave fué estanterías.
Mis papás tienen una tienda. Digo, tienen, porque yo pocas veces he vendido en la tienda. Aunque cuando volví a Colombia, me sentí muy bien vendiendo con ellos a mi lado. Resulta que cuando limpiábamos la tienda, (yo en eso si ayudaba)mi papá decía que había que mover las estanterías y acomodarlas. Estanterías, esa palabra retumbaba en mi cabeza cuando Encarna la pronunció, pero ella hablaba de su cocina y a mi me transportaba a la tienda de mi casa. Escuché la voz de mi papá por un segundo.
Le pregunté a Encarna si ellos no decían alacena en lugar de estanterías en la cocina y ella me dijo que la alacena era una palabra muy vieja que hacía referencia a una especie de armario incrustado en una piedra que se ubicaba en la cocina hace mucho tiempo. Y que prácticamente había desaparecido. Pensar que mi papá usando la palabra estanterías que no se usa mucho en Colombia (algún español viviendo en Colombia la usará) está más actualizado que los que usamos alacena y que seríamos más modernos ;)
Seguía oyendo a mi papá contarme sus historias sin fin, de fulanito y sutanito hijo de este y aquella que se había casado con la señora a la que apodaban de esta forma y así se perdía del hilo de la historia. Lo escuchaba diciéndome cuando era pequeña, Sandrita, páseme las quimbas. Con esa bendita costumbre de tratarme de usted, aunque sea su única hija.
Recordé lo lindo que es escuchar hablar a mi papá con sus términos en desuso y sus historias de juventud que siguen tan vigentes como siempre. Y me quise meter más en el español coloquial indagando en la obra del único escritor colombiano costumbrista que recuerdo del bachillerato, Tomás Carrasquilla. Y encontré sus libros que empecé a leer on line, mientras voy a la biblioteca. Empecé a leer En la diestra de Dios padre y qué alegría sentí al leer el primer párrafo. La imagen vívida de ese primer diálogo, o más bien diatriba, la puedo visualizar gracias al tono y fuerza del lenguaje que Carrasquilla le da a sus personajes.
Y adivinen con qué palabra empieza, (bueno, casi, es la segunda) esa historia? con la única que aparece en el título de esta entrada y de la que no he hablado: Dizque.
Y esa también tiene su historia. Una amiga colombiana que está también en Granada, hace poco cayó en cuenta, o más bien, la hicieron caer en cuenta de que decía quizque...y no dizque...jejeje. Me reservo el nombre, para no hacerle pasar penas. Pero bueno, creo que a cualquiera le puede pasar. De todas formas, me encargaré de hacerle llegar esta entrada.
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